09 diciembre, 2008

Burbujas de soda


Reflexiones a las 12:30 de la mañana en la biblioteca de la universidad. Me he hecho con un hueco en este sitio, donde no hay horario que valga. Y me pongo a reflexionar, cosa que no suelo hacer a golpe de voluntad sino por necesidad vital. Reflexionar... pero ¿de qué? Cosas han pasado, tal vez no por mi fuero interno, pero si muy cerca. Una semana de lo más singular, sin duda. Para algunos más que para otros.

Reflexiones a las 12:34 de la mañana en la biblioteca de la universidad. La cabeza me da vueltas, tal vez porque se aburre de no hacer nada. A veces las palabras salen a regañadientes y los dedos dudan sobre las teclas. Reflexionar... pero ¿de qué? Me miro y no me gusta lo que veo. Veo un cuerpo inerte y un corazón demasiado débil como para impulsarlo. Pusilánime es la palabra. Nada lo mueve más allá de la rutina. Me falta algo y no se qué es. Un hueco gris entre las paredes de piedra de mi alma.

Resulta irónico (tal vez gracioso) observar como mi ánimo sube y baja con tanta facilidad como el viento. Una semana puedo estar comiéndome el mundo como a la siguiente deseando que sea la Tierra quien me trague. La constancia no es lo que me caracteriza, ya veis. A veces poner estas cosas por escrito terminan por cambiarme el ánimo. A veces conforme escribo la cara se me ilumina. A veces las letras me arrancan una sonrisa. Pero a veces no. A veces las nubes se arremolinan cuando escribo. A veces los muros de la sala se angostan asfixiándome. Hoy no sabría que decir. La cosa no ha cambiado mucho. El contador sigue a cero. A veces, cabe añadir, escribir no cumple las reglas establecidas, sorprendiendo al escritor. Siendo sincero esta vez esperaba encontrar luces o sombras.

Reflexiones a las 12:47 de la mañana en la biblioteca de la universidad. Reviso un par de veces lo escrito y observo el poco sentido que he puesto en mis palabras. En ocasiones uno escribe por impulso, por algo que tan siquiera pasa por la cabeza, sino por la columna vertebral. Escritura automática bajo el influjo de la música. Reflexionar... pero ¿de que? Quisiera pensar que algo de utilidad podéis encontrar entre estas líneas, pero me temo que si lo hacéis sólo sea por vuestra interpretación personal. El poco sentido de este texto se encuentra leyendo entre líneas y por desgracia no hay mucho espacio entre ellas.

¡Un saludo!

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