30 marzo, 2009

Bourbon County


Las hormonas siguen haciendo de las suyas de cuando en cuando, haciendo de mi semana una montaña rusa. Hormonado y hecho polvo, una combinación fatal y explosiva que mezcla de las maneras más extrañas la forma de escribir de uno. Días de euforia y alegría incontenible. Días de lágrimas y ganas de dormir hasta la eternidad.

Nada como un par de azucarillos, el trabajo y los amigos para disipar todo rastro de testosterona. Conversaciones de hombre a hombre y tardes de meditación trascendental entre patos y un frío que pela. No hemos llegado a la cura, pero hemos dado con la morfina. Liberado un peso y abierto los ojos me descubro una vez más con la espalda cargada y los ojos cegados. Una mano que se abre y otra que se cierra en un puño.

Ha sido un paso adelante, un decir "¡no!" al miedo y una sonrisa ante lo hace tiempo temido. El saber que ya no lucho solo y que si caigo en la auto-compasión siempre tendré a alguien que me haga elevar la cabeza y que aparte mi vista de mi inconmensurable ombligo. He descubierto que tanto las palabras como los silencios que quiera o necesite siempre estarán, cuando haga falta, en boca de los que me quieren. No estoy solo, no señor.

Poco falta ya para ese último salto al vacío. Nuestro chico se vuelve mayor y se endurece con el tiempo. Reúno fuerzas para el salto, sabiendo que junto al borde un par de brazos fuertes me ayudarán a llegar más lejos, saltar el bache y llegar al otro lado. Catapultado al cielo.

Ser una piedra tiene sus ventajas. De mi depende no ser carga sino cimiento.

25 marzo, 2009

Alcohol de quemar


¿Cómo es que me duele algo que no tengo? Me duele, y me duele horrores. Nunca había sucedido de esta manera antes y espero sinceramente que no vuelva a suceder. Es como si echase en falta un tercer brazo, una segunda boca o el sexto dedo de mi mano derecha. Algo que no se tiene ni se ha tenido nunca no puede doler. Aún así el dolor me atenaza la boca del estómago y me espesa la sangre. Una broma pesada, una locura.

¿Y cómo es que me duelen entonces sus caricias? Nunca las he tenido ¿Y su mirada pasando alternativamente de mis ojos a mi boca? Nunca ha sido así, ni he tenido el placer. Y aún así me duele su ausencia. Me duele su ausencia y la pesada e inmensa culpa de haberla perdido. Hecho en falta sus abrazos, sus brazos. Donde debía haber una marca de carmín hay ahora piel rasgada. Si todo hubiera sido distinto, si yo hubiera sido valiente en su momento, ahora mismo contaría con sus manos enredadas jugando con mi pelo. Si al menos hubiera sido un hombre cuando tuve ocasión sentiría ahora el roce de sus mejillas junto a la mía y sabría perfectamente cuál es el sabor de sus labios.

Justicia poética aplicada con el rigor de quien perdona pero sabe lo que es justo. Castigo razonable, necesario e insuficiente administrado en dosis ora pequeñas ora mayores. Una vida de crímenes se paga de este modo, con la certeza de que lo que ocurre es por tu bien, donde no hay palabra de aliento en esos duros momentos. Mis 7 amigos capitales suelen devolver los favores de flaca manera y no hay queja que valga.

No he sido valiente. No lo he sido en la vida, pero espero poder llegar a serlo alguna vez. Aunque sea al final de mis días, en una última muestra de fuerza de voluntad. Por ahora asumo mi estado, y doy un paso atrás. Hay cosas que no pueden borrarse, una de ellas el pasado. Arrastrando vengo una larga lista de juicios pendientes y otras tantas de condenas sin cumplir.

Cuando no te queda asidero y echas la mano a tu espalda en busca de uno, ves que no hay sujeción posible y caes. Justicia poética. Presente, pasado y futuro se alían para jugarme una mala pasada.

22 marzo, 2009

¿Un quinito?


Día 21 de Marzo y la comezón en el corazón comienza a dejarse notar. La alergia a la primavera ataca de nuevo, como casi todos los años. Una alergia para la que no se encuentra cura, simplemente porque nadie quiere curarse. "No hay cosa más rica que rascarse donde pica". En mi caso, como en el de otros muchos, el corazón.

No es mi idea en estos momentos dedicar una oda a la primavera, con sus flores, nubes perfectas y quinceañeras hormonadas. Como todo, somos nosotros los que marcamos esta fecha como inicio de algo que puede haberse iniciado un par de días antes.

Los días se suceden últimamente con demasiada velocidad. Tanta que no soy capaz de dar a cada uno un significado más profundo que un número tachado en el calendario. La cabeza a mil por hora y las manos a cien. Una especie de fast-forward a mi vida, tal vez hasta que algo haga saltar el botón.

Arriesgando mi propia seguridad intenté acelerar hasta lo imposible. Ahora que es todo lo demás lo que apura el paso, me agarro con fuerza al cinturón de seguridad y cierro los ojos. Tal vez así, con los ojos cerrados (la boca también), duela menos si me acabo por dar un tortazo.

Y entre todos los carteles y signos de tráfico que pude ver y reconocer, sólo uno me llamó la atención (hasta tal punto que casi descarrilo): "es momento de crecer", de ser valiente. Vencerse una vez más, vencer esa fuerza G que me aplasta contra el asiento.

Arriesgarse, o más bien fiarse de los demás. Apostar todo a la confianza y jugársela a una carta. El azar es un estimulante de los fuertes y soy jugador desde los diez. Probabilidades, frases de película y saltos al vacío.

"Nunca sabremos lo que nos deparará el futuro si no lo intentamos"

17 marzo, 2009

Un dolar, un vaso


Los silencios mal llevados siempre han sido parte fundamental e insustituible de mi vida. La boca cerrada cuando debería estar abierta y sincera, la mirada ida y el gesto cuidadosamente calculado. Soy un maestro de los silencios, el amo del mutismo voluntario, el indiscutible campeón de los labios sellados.

Y tras un rato callado me pregunto como extrañado ¿qué me ha llevado a mí a cerrar la boca y guardarla con candado? ¿qué me aporta? La mitad de ocasiones la pregunta no obtiene respuesta por mi parte. Callo hasta para mí mismo y me niego la palabra. Y hay veces que sufro (porque otras muchas no son sino un mal día o la necesidad imperiosa de algo de azúcar) y me lo callo, no buscando una respuesta, a la vez que gimo por una solución. Tal vez el orgullo sea el más fiero de los pegamentos y mi lengua un músculo débil que no opone resistencia.

Como siempre, mi amor eterno, el tiempo, acaba por hacerme entender con una caricia o un atinado bofetón lo que en un principio se me presentaba oscuro y misterioso. Es el tiempo lo que todo lo cura, y en ocasiones lo que nos enseña la herida que nosotros mismos debemos cerrar. Heridas abiertas y sangrantes que tiendo a coleccionar, así como otras mentiras y miradas de reojo.

Hay noches en las que desearía tumbarme y contarle a las estrella a cada una un secreto. Las mentiras voluntarias, compartidas, son secretos.

El que tenga alma que lea, escuche, vea y entienda.

13 marzo, 2009

Agua de grifo


J: Quiero hablar de estas cosas con alguien, pero no sé con quién.

P: ¿No tienes a nadie que pueda sentarse contigo un momento? No me jodas.

J: Eso es lo peor, que sí tengo con quién hablar.

P: ¿Y entonces? No me vengas a marear ahora con tus contradicciones estúpidas, que nos conocemos.

J: Lo que ocurre es que no quiero hablar con ellos, no quiero cargarles con toda la basura que llevo dentro. Ya tienen bastante problemas con los que lidiar.

P: ¿Basura? Como te estés refiriendo a mí te juro que...

J: No, tranquilo, no me refería a tí. Tú eres tan sólo un divertimento, yo hablo de cosas serias.

P: Mmm...

J: Deberías saber mejor que nadie a lo que me refiero. Todos tenemos un pasado oscuro y yo no soy ni más ni menos que los demás.

P: No te estarás refiriendo a...

J: Si, a eso me refiero.

P: Y entonces lo de...

J: Eso también.

P: Y...

J: También.

P: Pues, aunque me duela decirlo, debo admitir que tienes parte de razón, como siempre.

J: ¿Sólo una parte?

P: No seas idiota, sabes perfectamente que acabarás por hablarlo con ellos. Si ahora estás trancribiendo esta charla es por eso. Eres como un niño pequeño, aún con tus veintipocos, que llora ante su mamá a moco tendido por haberse hecho una herida en la rodilla. Tú no quieres soluciones, tu no quieres hablar... quieres atención, como todos ls críos. Y mientras esta estúpida farsa siga en pie contarás con ella, te lo aseguro, montones de atención. Pero sabrás en el fondo que haces mal. Mentira a sabiendas. Cada vez más gordas. Egoísmo. Egoísmo y vanidad.

J: ...

P: Calladito estás más guapo, ¿sabes?

J: Cállate.

P: Tú a lo tuyo y yo a lo mío. Que se te da bien el tener la mirada perdida.

J: No estoy como para discutir hoy contigo.

P: Lo sé. Je je je.

09 marzo, 2009

Combinación explosiva


A: ¿En que piensas?
J: En nada
B: ¿Te pasa algo?
J: No, nada
C: ¿Que haces ahí sentado?
J: Aguantar el tipo
D: Te veo un poco pensativo
J: No es nada
E: ¿Que ocurre?
J: ...

Mira que me prometí a no escribir sobre ello, pero aquí me tenéis otra vez dándole al teclado a deshora. Pensé que al pasar los días tendría todo más claro, sabría que fue exactamente lo que me ocurrió y de dónde saqué la genial idea de ignorar a mis amigos durante toda la noche. Aún espero respuesta.

Siempre supe que ante Sus Presencias me convertía en un flan, temblando desde el escaparate. Siempre había podido comprobar cómo se me subían los colores y se me tropezaba la lengua con en cerebro cuando una de Las Dos estaba a menos de 30 metros y dentro de mi campo visual. Siempre supe que la cara de idiota no me la quitaba nadie en una semana si la veía a Ella bailar.

Nunca llegué a plantearme siquiera el verlas a Ambas en el mismo lugar en una misma noche. Ella y Ella La Primera.

Y como ser racional que soy pienso: "Si con Ella pasa esto, con Ellas será lo mismo, pero multiplicado por dos". Pero como ser orgánico que soy el shock y la parálisis cerebral absoluta vinieron a romper mis predicciones, dejándome en un estado preocupante. Preocupantemente deplorable.

Fue como beber de una copa y que ésta estallase cuando aún esta en la boca. Como si al darte una rosa cayesen sus pétalos dejando sólo espinas clavadas en la mano. Como si una caricia en el pecho acabase con profundas marcas de uña.

Probablemente no vuelva a repetirse tal situación. Probablemente no vuelva a ignorar a los demás de manera tan cruel ni aunque llegue a repetirse. Antes morir que retroceder otra vez. El recuerdo de una esperanza perdida y la presencia de un amor imposible no me harán vacilar de nuevo. Sin llamar la atención, como un caballero, me retiraré de escena para que Sus Majestades bailen hasta el amanecer.

02 marzo, 2009

Mensaje en una botella (máquina del tiempo nº1)


"Querido Yo, han pasado ya 5 años desde que escribí estas palabras. Posiblemente ésta sea la primera y la última de las máquinas del tiempo que escribimos. Espero sinceramente que demuestres que me equivoco y que continuemos con lo que planeamos aquel día: escribir cada 5 años una nueva máquina del tiempo. Es una tarea sencilla que mantendrá la ilusión a flote al menos durante un par de años más.

Supongo que debo dirigirme a mi de una manera un tanto más educada que de costumbre. No se habla todos los días con alguien del futuro. Ya hemos cumplido los 26 y debo tratarme como a alguien mayor. No sé realmente que tal sonarán estas palabras en nuestros oídos, tenemos a veces mala mano para las letras cuando la situación requiere un esfuerzo extra. Suele ocurrir que cuando vuelves a leer una cosa de éstas te entra la risa, pensando tal vez en lo ingenuo que fuimos ese día, el día en que decidimos mandar una máquina del tiempo a nuestro Yo futuro.

No preguntaré que nos depara el porvenir. No me interesa, y sabemos perfectamente que es imposible una respuesta por tu parte. Espero al menos que seamos lo suficientemente agradecidos como para escribir una nueva máquina del tiempo y continuar con la costumbre.

Deseo con todas mis fuerzas que la próxima vez que leamos esto no sea en solitario. Aunque soy 5 años menor que tú (Chema tendrá mi edad a estas alturas) prometo tomar serias medidas si de algún modo me decepciono. Si de algo tengo miedo en estos momentos es de quedarme solo, bien lo sabemos. No hemos trabajado estos últimos años para que en sólo 5 todo se vaya al garete. No me atrevo a pensar en nuestra situación actual y me da miedo preguntar. Me supera tanto en madurez como en imaginación (nunca fuimos buenos prediciendo cosas). Sabes tan bien como yo que no se puede vivir sin gente que te quiera, que esté a tu lado en todo momento, gente a la que te has entregado de corazón. Yo, por mi parte, puedo decir que a mi lado los tengo. ¿Podemos nosotros decir lo mismo?

No podemos esperar que lo que hoy es de una manera dentro de 5 años no sea de otra. Al menos desde aquí te mando un recuerdo de todos con los que aquí estamos. Recuerdos de PB, GT, BV, IG, DS, MA, JLV y LM (no permitas escapar a ninguno sin dejarte las uñas en ello). Recuerdos de Eureka, el grupo de teatro. Recuerdos de esas tardes de quedar para tomar algo paseando según nos pegase el viento. Recuerdos de las tardes de partida y las cenas (con apalancamiento incluido) hasta las 4 de la mañana. Recuerdos de Ella y ese periplo que te marcaste haciendo el idiota por la vida y que espero no repetir (como me digas que han pasado 5 años y la historia continúa los correctivos pasarán de serios a extremadamente graves). Recuerdos de tu familia, con ellos pórtate como un buen hijo y hermano.

Desde aquí prometo esforzarme por formarme y conseguir un futuro digno de nosotros. Pienso hacer de este chico un hombre de verdad, o al menos darnos las herramientas para serlo en un futuro próximo. Espero que después de estos 5 años leer esto sea para nosotros un regalo y no al revés (si aún mantenemos la memoria despierta esto lo leeremos el día de nuestro cumpleaños).

Ya sabemos como funciona esto: si éste blog continúa en activo dentro de 5 años, o si hemos tenido que trasladar todo a otro lugar, deberemos hacer una copia del original y publicarlo junto con una segunda máquina del tiempo, esta vez dirigida a nuestro Yo futuro dentro de otros 5 años. Esto lo volveremos a repetir todas las veces que haga falta.

Saludos desde hace 5 años.

Javier Pout Lezaun (21)"

Llevaba siglos queriendo hacer algo así...