28 septiembre, 2009

Gotas de lluvia sobre la lengua


Darse por completo, descargando el corazón con cada roce. Saltar de alegría y encogerse de miedo. Luchar contra la propia conciencia, dándole por fin a entender quién es el que manda aquí.

En ocasiones las cosas de la vida vienen sin avisar y con apenas tiempo para estar preparados. Situaciones que (gracias a Dios) escapan a nuestros planes previstos y ante las cuales hoy me siento obligado a hacer una reverencia. El destino ha sabido darle más sabor si cabe a esta existencia vacía, haciendo que uno se cuestione los mismísimos límites de la vida.

Y como un niño pequeño me acerco, temeroso. Las cosas nuevas, como las viejas, conviene tratarlas con limpia inocencia. Las dudas acucian por ambos lados y requieren de un movimiento valiente hacia adelante. Para crecer, para mejorar, para avanzar y para llenar el corazón conviene a veces bajar un escalón y mirarse a los ojos de cerca.

P y J, libres ya de cualquier atadura, han hecho un trato: no más turnos. Ésta persona, antes medio-hombre, quiere hoy ser hombre completo. Cada parte aprenderá de la otra en lo que pueda. El príncipe de los mares quiere pisar tierra y conocer lo que pueden aportar los dos mundos, donde se mezclan el olor a mar y el olor a madera.

24 septiembre, 2009

¿Quién pidió un vodka negro con lima?


Pocas veces en la vida se te dan oportunidades tales que te sirvan de algún modo de empujón para avanzar. Oportunidades que te sacan de esa apatía vital en la que, en ocasiones, te encuentras inevitablemente sumido, y que no te deja levantar la cabeza ni ver el horizonte con claridad.

Y es la vida quien ofrece estos salvavidas, pero sólo nuestra es la opción de agarrarse y tirar del cable. No es posible crecer, hacerse más grande (que no mayor), si no hay una firme decisión por nuestra parte. Y yo pienso agarrar esta ocasión por los pelos, pues a la suerte (como a su madre) la pintan calva. No soltaré la cadena hasta verme en camino y con velocidad constante, aunque para ello deba vaciar mis bolsillos y mi corazón en el intento.

Y aunque esto pueda parecer una letanía motivadora, de nada sirve si con nosotros no llevamos nuestros propios pasajeros. Si crecemos, pero no hacemos crecer a los demás todos nuestro esfuerzos caerán en nada. Como si fuese un jardín, un árbol que se eleva demasiado deprisa sobre los demás ahoga con sus raíces a las plantas de alrededor. Y, como árboles, necesitamos crear un bosque en el que poder ser nosotros mismos.

Aquí el que no crece se hace más pequeño.

18 septiembre, 2009

Sólo tú me comprendes, Don Simón


Sucede que conozco a alguien y ese alguien, cada cierto tiempo, acostumbra a rehacer su vida empezando desde cero y tirando su pasado por la borda. Tal persona, en ocasiones, se pregunta el porqué de esa costumbre, que él toma por destino inevitable y fatal obra del hado. Rompe con todo lo pasado, haciéndolo estallar en pedazos que se le incrustan en la piel dejando gruesas cicatrices, sin importarle el dolor autoinfligido ni el daño que cause a su alrededor con la afilada metralla. Con la cara marcada y una maleta de esquirlas, marcha y huye corriendo hacia el horizonte.

Resulta que ese alguien, a quien conozco desde hace mucho, quiere marchar de nuevo, a un lugar no muy cercano. Ha conseguido un par de barras de dinamita que piensa hacer detonar bajo el retal de su vida presente. El destino ha vuelto para llevárselo lejos.

¿Quieres una? fue la pregunta y la mano extendida me ofrecía una carga explosiva.

Me encantan las explosiones.

12 septiembre, 2009

Ácido de batería


SUJETO DE PRUEBAS: P-4RP-4D33

Sexo: Varón. Raza: Caucásico. Complexión: A (carácter B). Altura: 177 cm. Peso aproximado: 53,5 kg. Edad física: 21, Edad mental: 31, Edad emocional: 16. Capacidad de aguante físico: 25-30% aprox., Capacidad de aguante anímico: 50%, Capacidad de aguante psíquico-emocional: 150%. Ritmo cardíaco: tipo P-3, Ondas cerebrales: tipo J-4.


El sujeto de pruebas presenta una complexión delgada y débil, aunque ha revelado una sorprendente capacidad para realizar las pruebas a las que le hemos sometido, así como una excelente disposición ante ellas, pese al constante peligro de muerte al que se le ha expuesto durante el estudio.

Durante las últimas 24 hrs. el sujeto P-4RP-4D33 ha soportado la carga de nuestros generadores holográficos sin pausa. Su vida, comprimida en formato mp4, se le ha sido presentada en dosis de 30 min. El resultado de la prueba nos ofrece resultados bastante dispares y completamente diferentes a la predicción oficial. Puede que se deba a un posible fallo técnico en nuestras instalaciones, aunque el técnico encargado insiste en lo improbable de tal conjetura. Seguiremos estudiando en problema durante los próximos días.

Las ondas cerebrales parecen no concordar con los datos de sus sistema nervioso. Presenta una arritmia grave en el corazón que no hemos podido corregir ni con los 124 puntos de descompensación. Aún así no parece haber problema de paro cardíaco.

Las pruebas físicas a las que será sometido el sujeto de pruebas se realizarán durante las próximas 48 horas. El estrés y el desgaste físico puede que nos den algo más de luz sobre los errores que hemos cometido en la primera puesta en práctica del proyecto.

Firmado.

J.P.L. Responsable del "Proyecto Arcángel"

07 septiembre, 2009

Abundante bebida isotónica de tipo... "Acuarius"


Llámalo presentimiento, llámalo intuición femenina, llámalo X, pero si este último año ha sido el mejor/peor de mi vida, creo que el que se nos avecina está aún más ávido de aventura, con la fuerza suficiente como para romper con los mitos e hitos del anterior, y dispuesto subir un poco más el listón, hasta una altura ya de por sí difícil de alcanzar.

La pregunta, si no se nos había planteado antes con suficiente claridad, se nos muestra ahora sobre pancartas y marcada en tinte colorado y violento: ¿Y ahora... qué?

No descarto que todo lo que venga a partir de ahora no sea de mi agrado. Bien sé que lo pasaré, tal vez, mejor/peor que en toda mi vida, pero uno está comenzando a pillarle el tranquillo a la vida. No es que sepa con exactitud y rigor científico lo que me depara el futuro, pero tengo la confianza suficiente como para dedicarle una sonrisa picarona al destino, un guiño de ojos y un "Sigue sorprendiéndome como sólo tú sabes". Pase lo que pase y le pese a quien le pese seguiré prefiriendo la sorpresa, jugando a sorprender al mundo como el devenir me ha enseñado a hacer.

Este hombre con miedo de ser demasiado niño viene con ganas de crecer. Ya no habrá más príncipes azules como los pintan las historias. No más briosos corceles blancos ni espadas de diamante. Adiós a los castillos de diamante, oro y niebla. Adiós a las coronas con halos de grandeza y santidad. El niño ha cogido sus cuentos de hadas, los ha tirado por el balcón, y dejando a su madre, padre y cinco hermanos se ha unido a la tripulación de un barco pirata.

El pequeño príncipe viste ahora ropas azul oscuro casi negro.

03 septiembre, 2009

El tequila se repite


Hace poco más de un año este blog se inició como un medio de expresión más o menos estable, un sitio donde descargar mi cabeza de ideas y donde poder compartir esas locuras que llamo pensamientos. Pronto se convirtió sin saber cómo en mi válvula de escape, como una excusa para explicarme de las maneras más extrañas. Luego en un sitio de encuentro con otras personas que comparten ese impulso por transmitir, gentes de todos los rincones, cada cual con sus peculiares rarezas y sus raras particularidades.

Ha pasado más de un año (¡y que año, madre mía!). Esperemos que uno siga muchos años más retorciendo palabras y rompiendo esquemas de color. Pocas cosas en la vida merecen la pena conservar. Y aunque con alguna excepción, no me arrepiento de ninguna de las palabras que he escrito entre botellas tras esta barra. Palabras cargadas con sabor a pólvora.

Tras unas inmerecidas vacaciones un servidor vuelve a las andadas. Habrá que recuperar de algún modo el tiempo perdido, digo yo. Los relojes no se paran por el simple hecho de que uno se duerma en los laureles (amapolas, margaritas, a gusto del personal).

Tras un pequeño y tortuoso viaje a través de lo que esconde esta dura osamenta uno ha vuelto más alto, más fuerte, más galán y más estúpido que nunca.